Gestión Emocional

Vivir en piloto automático: la pausa que tu mente pide a gritos

Por Judit Merayo Barredo Publicado el 10 de Septiembre, 2025 Lectura de 4 min
Persona mirando por la ventana con una taza, en un momento de pausa y reflexión.

¿Te ha pasado alguna vez que llegas a casa conduciendo y no recuerdas parte del trayecto? ¿O que terminas de comer y apenas has saboreado la comida? No es que tengas un problema de memoria. Es algo mucho más común y sutil: estás viviendo en piloto automático.

En un mundo que nos exige ir cada vez más rápido, hemos normalizado esta forma de vida. Respondemos emails mientras pensamos en la cena, y durante la cena planificamos el día siguiente. Esta disociación constante entre nuestra mente y nuestro cuerpo no es gratuita: nos roba el presente, alimenta el estrés y nos desconecta de lo más importante, nosotros mismos.

¿Qué significa realmente vivir en piloto automático?

Vivir en piloto automático es funcionar a través de hábitos y rutinas sin prestar atención plena a lo que estamos haciendo. Nuestro cerebro, en un intento de ser eficiente, automatiza tareas repetitivas para ahorrar energía. Esto es útil para cepillarnos los dientes o atarnos los zapatos, pero se convierte en un problema cuando automatizamos nuestra vida entera.

Cuando esto ocurre, reaccionamos a los eventos en lugar de responder conscientemente. Nos dejamos llevar por la inercia, cumpliendo con una lista interminable de "tengo que" sin preguntarnos si realmente "quiero" o "necesito" hacerlo. Es una existencia en la que el cuerpo está presente, pero la mente vaga por el pasado o el futuro, dejando un presente vacío.

3 Señales de que vives con el automático puesto

A veces es difícil darse cuenta de que hemos cedido el control. Aquí tienes algunas pistas que pueden indicarte que necesitas hacer una pausa:

  1. Sensación de irrealidad: Los días, semanas y meses se mezclan y parecen iguales. Sientes que el tiempo vuela y no tienes control sobre él. Te cuesta recordar qué hiciste ayer o la semana pasada con detalle.
  2. Dificultad para concentrarte: Te encuentras releyendo el mismo párrafo una y otra vez o te das cuenta de que no has escuchado lo que alguien te acaba de decir. Tu mente está constantemente en otro lugar.
  3. Irritabilidad y agotamiento emocional: Reaccionas de forma desproporcionada a pequeños contratiempos. Te sientes cansado incluso después de dormir, porque tu mente nunca descansa. La falta de conexión contigo mismo te deja sin recursos para gestionar tus emociones.
"La pausa no es un signo de debilidad. Es la respiración que necesita el alma para seguir adelante con consciencia y propósito."

La pausa consciente: un ejercicio de 5 minutos para reconectar

Salir del piloto automático no requiere un retiro espiritual de un mes. Puedes empezar ahora mismo, con solo cinco minutos. Te invito a probar este sencillo ejercicio la próxima vez que te sientas abrumado.

  • Paso 1 (1 min): Para y respira. Literalmente, detén lo que estás haciendo. Siéntate en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo. Cierra los ojos y haz tres respiraciones profundas y lentas. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo.
  • Paso 2 (2 min): Escanea tu cuerpo. Sin juzgar, presta atención a las sensaciones de tu cuerpo. ¿Sientes tensión en los hombros? ¿Frío en los pies? ¿El contacto de la ropa con tu piel? Simplemente observa. Estás anclándote en el aquí y el ahora.
  • Paso 3 (1 min): Observa tu emoción. Pregúntate: "¿Cómo me siento, aquí y ahora?". Nombra la emoción que aparezca: "ansiedad", "cansancio", "calma", "tristeza". No intentes cambiarla, solo reconocerla. Darle un nombre le quita poder.
  • Paso 4 (1 min): Vuelve con intención. Haz una última respiración profunda y abre los ojos. Antes de volver a la tarea, decide conscientemente qué vas a hacer a continuación. Por ejemplo: "Ahora voy a responder a ese correo con calma".

Pequeños gestos para anclarte en el presente

Además de la pausa consciente, puedes introducir pequeños "anclajes" en tu día a día para evitar que el piloto automático tome el control total:

  • El café consciente: En lugar de tomarte el café mientras revisas el móvil, tómate tres minutos para disfrutarlo. Siente el calor de la taza, percibe el aroma, saborea cada sorbo.
  • Caminar con atención: De camino al trabajo o al supermercado, presta atención a tus pasos. Siente el contacto de tus pies con el suelo, observa los edificios, escucha los sonidos de la calle.
  • Una tarea, una mente: Intenta hacer una sola cosa a la vez. Cuando comas, solo come. Cuando escuches música, solo escucha. Al principio te costará, pero es un entrenamiento poderoso.

Recuperar el control de tu presente es un acto de amor propio. Es darte la oportunidad de vivir tu vida, en lugar de simplemente sobrevivirla. Cada pausa es un recordatorio de que estás aquí, ahora, y que tienes el poder de decidir cómo quieres vivir cada momento.

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ESCRITO POR

Judit Merayo Barredo

Psicóloga especializada en ansiedad, estrés y crecimiento personal. Mi objetivo es acompañarte en tu camino hacia el bienestar emocional con herramientas prácticas y un espacio seguro.

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Aprender a parar es el primer paso para vivir una vida más consciente y plena. Si te sientes atrapado en la rutina y el estrés, puedo ayudarte a encontrar tu propio espacio para respirar.

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